Los bloqueos en Machu Picchu generan pérdidas de S/2 millones al día, una cifra que golpea con fuerza a la economía cusqueña y que refleja la vulnerabilidad del turismo frente a la conflictividad social.
Según la Defensoría del Pueblo, se alcanzó una tregua que permitirá evacuar a los turistas varados, aunque la situación sigue siendo crítica para cientos de familias que dependen de esta actividad.
El sector turístico, que es el motor económico de la región, se encuentra paralizado, mientras los empresarios advierten que la recuperación será lenta si no se garantiza estabilidad en la zona.
La crisis, que además afecta la imagen internacional del país, evidencia la necesidad de un diálogo sostenido que logre acuerdos duraderos y que evite que Cusco pierda competitividad en el mercado global.