Ocho personas fallecieron y sesenta y siete resultaron heridas tras la explosión de una pipa de gas en la calzada Ignacio Zaragoza de la Ciudad de México, un incidente que generó una onda expansiva que calcinó vehículos y proyectó llamas de más de treinta metros de altura.
La explosión, que cubrió el cielo de espeso humo, provocó escenas de caos extremo con pasajeros atrapados en autobuses forcejeando desesperadamente para romper ventanillas y escapar de las llamas.
Entre las víctimas se encuentran niños y bebés, con veintidós heridos en estado crítico luchando por sus vidas debido a la gravedad de las quemaduras, mientras bomberos y paramédicos continúan en el lugar en una compleja operación de rescate y contención.