Marco Jhampier Pérez León lleva más de cinco años preso. Fue condenado a cadena perpetua por la violación de una menor de edad. Pero la historia acaba de dar un giro inesperado.
La joven que lo acusó, hoy con 18 años, confesó públicamente que él no fue su agresor. Dijo que el responsable de los abusos fue su padrastro, José Mercedes Gonzales Lluen, quien la violentó desde los nueve años.
Su declaración fue difundida en redes sociales. “No puedo seguir viviendo con el remordimiento de haber inculpado a una persona inocente”, afirmó la joven.
El caso de Pérez León, recluido desde 2019, había sido ratificado en dos instancias. En 2022, tanto él como su suegro fueron sentenciados a prisión de por vida. Hoy, el expediente está en casación ante la Corte Suprema.
Mientras tanto, la Primera Fiscalía Penal Corporativa de Nuevo Chimbote ha formalizado acusación contra el padrastro de la víctima. El fiscal Marco Cabrera Cabanillas ha solicitado cadena perpetua para él. La justicia deberá determinar si Pérez León fue una víctima más de un sistema que no escuchó a tiempo.
La abogada del joven, Tapia Rivera, anunció que pedirá la revisión judicial de la sentencia. Asegura que la confesión de la muchacha es contundente y que se demostrará la inocencia de su sobrino. “La justicia no puede ser cómplice del silencio ni de la impunidad”, señaló.
La defensa también denunció irregularidades en el proceso. Pide la exclusión del fiscal que participó en las primeras etapas del caso por falta de imparcialidad.
La confesión ha destapado además un entorno familiar marcado por el encubrimiento y la violencia. La madre de la menor fue sentenciada por exposición al peligro, y un tío enfrenta una denuncia por ocultar pruebas.
El testimonio de la joven podría cambiar el rumbo del proceso. Si se confirma la inocencia de Pérez León, el caso se convertiría en uno de los errores judiciales más graves de los últimos años.
