Dina Boluarte enfrenta un preocupante nivel de desaprobación del 93.8%, según la más reciente encuesta de CPI, que refleja un rechazo generalizado de los ciudadanos hacia su gestión. Su aprobación, en mínimos históricos de apenas 2.5%, evidencia una caída sostenida de su popularidad en los últimos meses.
Esta crisis de legitimidad no solo afecta a la Presidencia, sino también al Congreso de la República, que por primera vez registra un índice de desaprobación aún mayor, alcanzando el 94.4%. Ambos poderes del Estado experimentan una profunda desconexión con la población. Entre los jóvenes de 18 a 24 años, la aprobación llega al 0 %, cifra nunca antes registrada.
El descontento se vincula principalmente a la polémica ley de AFP, una reforma que desató multitudinarias protestas lideradas por la Generación Z y obligó al Congreso a dar marcha atrás en su legislación. Como respuesta, el Poder Ejecutivo anunció un nuevo retiro de fondos previsionales, el octavo hasta la fecha, en lo que muchos interpretaron como una estrategia para apaciguar las movilizaciones.
El escenario actual, marcado por el rechazo abrumador tanto hacia la Presidencia como hacia el Parlamento, pone en evidencia una fractura crítica entre la ciudadanía y la clase política, intensificando el clima de desconfianza y malestar social.
Rechazo a Keiko Fujimori
El estudio señala que Keiko Fujimori, lideresa de Fuerza Popular, es la candidata con mayor rechazo entre los votantes: un 46.2 % afirmó que definitivamente no le daría su voto.
Este nivel de desaprobación permanece constante en Lima, Callao y en el resto del país, siendo aún más pronunciado en regiones como la costa sur, la sierra central y la sierra sur, donde la negativa hacia Fujimori supera el 50 %. La resistencia a votar por ella es especialmente notable entre los jóvenes de 18 a 24 años, que alcanza 50.4 %, cifra de rechazo jamás alcanzada en este segmento. Mientras que en el grupo de edad entre 25 y 70 años el rechazo a la hija del, dictador se mantiene alrededor del 45 %.
