Una reciente encuesta de Ipsos revela el panorama de intención de voto para el Senado en torno a los excarcelados y controversiales líderes peruanos Antauro Humala y Pedro Castillo de cara a las elecciones generales de 2026. El estudio consultó a ciudadanos sobre su disposición a votar por ambos personajes en un contexto político marcado por la polarización y la figura de líderes vinculados a procesos judiciales o administrativos.
Respecto a Antauro Humala, líder del movimiento etnocacerista, el sondeo nacional muestra que solo 4% de los encuestados manifestó que definitivamente votaría por él, mientras que 11% afirmó que podría apoyarlo. En suma, al menos 15% de la población se inclina a darle su voto a quien encabezó el levantamiento de Andahuaylas en 2005. Un 13% señala que probablemente no lo elegiría y 52% rechaza rotundamente su candidatura. Adicionalmente, 4% indicó no conocerlo y 3% prefirió no responder, según detallan los resultados de Ipsos.
El caso del ex presidente Pedro Castillo, actualmente encarcelado tras el fallido intento de cerrar el Congreso y ser acusado de intento de rebelión el 7 de diciembre de 2022, refleja mayor adhesión que Humala: 15% de los participantes respondió que sí le daría su apoyo, mientras que 22% manifestó que “podría votar” por él. En conjunto, 37% de la ciudadanía vería con buenos ojos el regreso político del exmandatario. Aproximadamente 12% indicó que probablemente no votaría por él y 44% afirmó que no apoyaría su postulación. Un dato relevante es que 17% dijo no conocerlo y 3% no especificó su respuesta.
Estos resultados muestran la persistencia de una base de apoyo significativa para Castillo, mayoritariamente localizada fuera de Lima. En simultáneo, el estudio de Ipsos sobre simpatías políticas nacionales ubica en primer lugar al ex presidente Martín Vizcarra—actualmente inhabilitado para ejercer cargos públicos—con el mayor porcentaje de respaldo a nivel nacional. Vizcarra recoge 13% de simpatía en Lima, que sube a 16% en ciudades del interior y alcanza 21% en áreas rurales, lo que señala una geografía política desigual y, en la práctica, lo deja fuera de cualquier consideración electoral oficial ante las restricciones del Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
En el segundo puesto nacional de simpatía surge Pedro Castillo con 13%. Su apoyo es bajo en Lima, supera el promedio nacional en el interior urbano con 17% y se dispara hasta 25% en zonas rurales. Este patrón sostiene la percepción de una fragmentación regional pronunciada en el electorado peruano y subraya la relativa vigencia política de figuras con procesos abiertos, aun ante escenarios legales adversos.
La posible candidatura al Senado de figuras como Humala o Castillo alimenta el debate sobre el impacto de las sanciones judiciales y el alcance de la legitimidad electoral, en un momento en el que el rechazo también se expresa de forma contundente en los porcentajes de desaprobación recogidos por la propia encuesta.