Una adulta mayor de 73 años manejaba aparentemente en estado de ebriedad cuando perdió el control de su camioneta 4×4 y acabó en el fondo del mar en un terminal de ferries de Nueva Zelanda.
El vehículo avanzó sin control, atravesó una estructura y se desplomó directamente al agua ante la mirada de testigos que presenciaron la escena caótica con gritos y carreras en busca de auxilio.
Ciudadanos corrieron hacia el lugar y lanzaron salvavidas, logrando rescatar a la conductora y su acompañante quienes estaban atrapados dentro del auto que se hundía segundo a segundo.
Pocos instantes después del rescate, el vehículo desapareció completamente bajo el agua, por lo que una grúa tuvo que ser utilizada para recuperarlo del fondo marino en una operación de rescate que evitó una tragedia mayor.