El Parlamento de Burkina Faso aprueba cárcel por homosexualidad, al sancionar una ley que castiga con hasta cinco años de prisión a quienes infrinjan la norma.
La decisión, que fue adoptada en un contexto de creciente presión conservadora, refleja una postura que restringe derechos individuales mientras busca alinearse con políticas similares en otros países africanos.