Un hacker conocido como “Gatito FBI” vulneró uno de los sistemas más sensibles de la Policía Nacional del Perú. Extrajo más de 80 GB de denuncias policiales con datos personales de miles de ciudadanos. La información ya se vende en la dark web.
El sistema comprometido es el SIDPOL, plataforma oficial de denuncias. La filtración incluye nombres, direcciones, teléfonos, placas de vehículos, estado civil y descripciones de delitos. Entre los casos más frecuentes: violencia de género, robos, amenazas, estafas y disparos.
El ciberdelincuente accedió usando credenciales legítimas compradas en grupos cerrados de Telegram y WhatsApp. Luego ejecutó scripts para extraer los archivos. “Todo estaba mal protegido. Compré acceso por pocas monedas”, dijo en entrevista desde la dark web.
Las víctimas quedan expuestas. Hay riesgo de extorsión, suplantación de identidad y acceso ilegal a investigaciones en curso. Expertos advierten que la brecha deja al país indefenso frente al crimen organizado digital.
El 61% de los casos filtrados corresponden a mujeres. Lima, Cusco, Arequipa y Junín figuran entre las regiones más afectadas.
La PNP no ha emitido ningún comunicado. Tampoco su comandante general ni las oficinas especializadas en delitos informáticos. La Autoridad Nacional de Protección de Datos exige explicaciones, pero no hay respuesta.
Para ESET y otros expertos, el problema es sistémico: contraseñas débiles, sin doble autenticación y sin monitoreo adecuado. “Se trata de una negligencia estructural, no de un hackeo sofisticado”, advirtió el penalista Ricardo Elías.
El hacker vende el paquete completo desde 1.500 dólares. La información circula sin restricciones en foros clandestinos.
El Estado no ha dado señales claras sobre mitigación, sanciones ni alertas a los afectados. La Policía, en silencio. El daño, ya está hecho.
