El presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, presentó su carta de renuncia al cargo, en un giro inesperado para el gabinete de la presidenta Dina Boluarte.
La decisión se conoció horas después de la juramentación de nuevos ministros en Palacio de Gobierno, lo que deja entrever una reconfiguración de raíz dentro del Ejecutivo, presionado por el Congreso y golpeado por la falta de legitimidad política.
Aunque la noticia tomó por sorpresa a algunos, en horas de la mañana trascendió sobre un posible alejamiento del premier, alimentada por los recientes movimientos ministeriales. Tomando relevancia con la decisión de la bancada de Fuerza Popular de censurarlo.
El anuncio formalizó lo que muchos consideraban inevitable ante la creciente tensión entre el Ejecutivo y el Congreso, que tenía en evaluación varios pedidos de interpelación y censura contra integrantes del gabinete, incluido el propio Gustavo Adrianzén.
La renuncia del premier ocurre en un contexto complejo para Dina Boluarte, cuya presidencia está marcada por una serie de crisis políticas y cuestionamientos.
El Congreso venía incrementando su presión sobre el Ejecutivo, señalando la falta de liderazgo y responsabilidad política ante decisiones cuestionables.
Además, el reciente “chocolateo” de cargos tras la migración de cartera del exministro de Transportes, Raúl Pérez-Reyes, a Economía.
