La Policía Nacional enfrenta un nuevo escándalo de irregularidades tras descubrirse que agentes uniformados habrían estado custodiando una obra privada en San Juan de Lurigancho, desviándose de su función pública para recibir pagos extra.
Según la denuncia recibida por el Ministerio del Interior el 2 de julio, los efectivos, incluidos motorizados, habrían cobrado 150 soles diarios por custodiar el recinto, mientras su rol asignado era patrullar zonas críticas como la avenida Las Flores.
Las pruebas, obtenidas en exclusiva, muestran que dos de ellos figuraban en servicio activo ese día, lo que configura una falta “supremamente grave” según la Dirección Contra la Corrupción, sancionable con el retiro inmediato.
El coronel Rufino Flores habría sido quien ordenó el operativo a las afueras de dicho establecimiento.